Universidad de San Buenaventura
Lina Marcela Moncayo GonzálezCódigo: 1090116 – Semestre VIII
Ingeniería Industrial
¿Cómo el Capitalismo Globalizado ha
generado un Cultura Líquida?
“La
compra a plazos es la única forma de compromiso a plazo más bien largo que los
moradores del líquido mundo moderno no sólo toleran y soportan, sino que
participan con júbilo”, Bauman (2005); es así como se evidencia desde hace varios
años la existencia de una economía consumista que ha llevado a la sociedad ha
caer en una crisis y en una cultura líquida o superflua, y de acuerdo con
Bauman (2005), esto se debe a las reglas o exigencias que el mercado
capitalista ha marcado a la humanidad y a las que sin ninguna objeción se ha
adherido; lo cual ha llevado a que muchos autores como Marcelo Albornoz (2001) planteen que se ha generado una Economía de
Mercado, donde la figura del Shopping es un templo de consumo que crea distintos
estereotipos pero también espacios vacíos y sobrantes, a lo que Bauman denomina
Residuos.
Vidas
Desperdiciadas, es un escrito que propone una análisis alrededor de un sistema socioeconómico
que ha dominado en los últimos siglos de la humanidad, y que al parecer ha
logrado permear la capacidad de raciocinio del hombre, pues no se cuenta con la
identidad necesaria para defender lo que se desea y se necesita, simplemente se
acepta la oferta. Esto conlleva a preguntar, si realmente se ha logrado una
evolución en el comportamiento del consumidor después de la globalización, o si
sencillamente los clientes siguen a merced de lo que las grandes fábricas y
monopolios producen.
Para
dar esta respuesta, se deben mencionar
algunas propuestas como la de Leire Aldaz y Ixone Alonso (2005), quienes
afirman en su artículo Estrategias ante la Globalización, que el fenómeno de globalización
ha generado mayores beneficios a la Economía Doméstica, ya que son éstas las
que han incrementado su capacidad de elección y decisión, obteniendo mas y
mejor información, lo cual ha obligado a las Organizaciones a cambiar sus
sistemas de gestión, seleccionando métodos de fabricación mas flexibles e
implementando sistema de aseguramiento de la calidad, pues el cliente se ha
convertido en la base y en la forma de cristalizar los Objetivos Estratégicos
de las Compañías.
La
Globalización obliga a mejorar la competitividad de los países y en este
sentido no sería posible proponer que es la causante de la generación de la Cultura Líquida, definida por Bauman (2005)
como un Cultura retirada y discontinúa, en la que no queda espacio para los
ideales. No obstante, Mercedes Díaz (2010) en su publicación Globalización:
Definición y Características, menciona aspectos que están implícitos a este
fenómeno y que desafortunadamente por esta condición, han llevado a que los
países, especialmente los subdesarrollados tengan el problema social definido
por el autor de Vidas Desperdiciadas.
Entre
los factores que menciona Díaz (2011), se encuentra la Uniformización de la Cultura,
lo cual hace evidente que la Globalización trae consigo una situación cultural,
que se centra en un fenómeno llamado Aculturación, lo que significa una perdida
de la diversidad, hasta tal punto que la moda, los gustos, la comida, entre
otros, se han masificado y el hombre ha perdido su identidad.
Lo
anterior se puede apoyar en los planteamientos de Bauman, donde afirma que para
ser admitido en la cultura líquida, es necesario ser omnívoro y nada
quisquilloso, estar dispuesto a probar y a disfrutar todo cuanto hoy se ofrece,
lo que se podría contrastar de algún modo con lo que propone Camilo Torres en
el artículo: La Moda en La Postmodernidad (2010), quien afirma que, el hombre dentro
de una sociedad que juega con apariencias se ha convertido en un experto en
imagen, asumiéndola como una identidad, que no es estable sino que puede ser
cambiada por una nueva y que puede ser adquirida en una tienda.
Es
así como se evidencia que la globalización ha sido determinante para la
creación de una Cultura Superflua, donde el deseo y el gusto que deberían
definir la identidad del hombre, se han visto permeadas por la moda y la imagen,
y desafortunadamente la humanidad ha llegado a perder su esencia por tratar de
incluirse en un sistema que por naturaleza es excluyente, adquiriendo así
nuevas formas de comportamiento.
Cuando
el autor Bauman (2005), menciona que el mercado de consumo y el patrón de
conducta que requiere y cultiva se adaptan a la líquida cultura moderna, y que
a su vez se adapta a las presiones y seducciones de ese mercado, deja entrever
que detrás del efecto de la Globalización se encuentra el de un sistema
socioeconómico que ha hecho mas marcada la diferencia entre el hombre de hoy y
el de ayer, el Capitalismo; que de acuerdo con Magdalena Carina (2003), ha
hecho que el hombre cambie su carácter, es decir el valor ético que atribuye a
sus deseos y a sus relaciones con los demás.
Según
Magdalena (2003), el carácter se centra en el aspecto duradero a largo plazo,
de la experiencia emocional, es decir, que se expresa en el compromiso, pero el
capitalismo va a en contraposición a esta definición, ya que la consigna de
este sistema es “nada a largo plazo”, de tal forma que se generan miedos,
incertidumbres, falta de compromiso y confianza mutua, para enfrentar retos que
requieren de disciplina y trabajo arduo.
La
brecha entre el hombre de hoy y el de ayer se crea en la medida en que el
sistema socioeconómico penetra la vida humana, hasta tal punto que genera un
ser incapaz de defender sus ideales, debido a que según Lucy Purdy, citado por
Bauman (2005), la insatisfacción general nos ha llevado a hacernos impacientes
en nuestra vida personal, lo cual que exige de respuestas inmediatas para
acallar de algún modo ese ser ansioso que se ha originado.
En
ese sentido, el autor plantea que el hombre se ha convertido en un ser
transitorio, donde su angustia por sentirse rechazado e inútil lo ha llevado a
adoptar miedos absurdos que determinan incluso sus relaciones sociales.
Se
puede observar entonces que la Globalización y el Capitalismo han creado una
sociedad de consumo, para la cual el cortoplacismo es el común denominador a
todos los proyectos que el hombre aborda, ya que sus gustos, intereses,
necesidades y deseos se ven condicionados por un sistema que envuelve a la
humanidad en una serie de miedos que lo convierten en un ser incapaz de luchar
por sus convicciones.
Es
así como se puede decir que el comportamiento del consumidor y de la demanda ha
cambiado, debido a que el mercado absorbido por el capitalismo y éste a su vez
por el fenómeno globalizador, a lo que Magdalena Carina (2003) denomina Capitalismo
Globalizado, han puesto al hombre a su merced, pues aunque parezca irreal, éste
ha perdido su sentido de lucha, para darle paso a su una postura pasiva, que
recibe un sin numero de mensajes, frente a los cuales no tiene otra opción que
aceptar, pues está imbuido en una dinámica que lo ha dejado sin libertad para expresar
realmente lo que quiere y sin exigir un contenido realmente valido.
Por
esto frente a la pregunta sobre si el consumidor sigue a merced de lo que las
grandes fábricas y monopolios producen, se podría que si, pues en es este caso Magdalena Carina (2003)
plantea que: “desde que se formó el capitalismo, el mundo pasó a ser influido
por un patrón de racionalización que generó una vida cultural líquida”, que no
tiene reparo en desechar hoy lo que se creó ayer, sin defender ideales y
convicciones que definen una identidad, pues lo que se debe elegir hoy es lo
que está de moda, de lo contrario se corre el riesgo de ser excluido y a ser parte de lo que Bauman denomina
“residuo”.
La
dinámica del mercado actual ha llevado a generar una sociedad de residuos, pues
el comportamiento mismo de los productos que hoy invaden las vallas
publicitarias tienen un rasgo característico, son: de consumo inmediato, rápida
eliminación y sustitución, lo que según Bauman (2005), le da una connotación al
hombre de obsolescencia y desechabilidad, en la medida que se incluye en la
dinámica del ciclo de vida tan pobre que tienen dichos artículos; por esto,
valdría la pena preguntar si esta esta situación en algún momento tendrá un
fin, o por el contrario el mundo está condenado a continuar alimentando una
sociedad tan efímera, superficial y de poco carácter como la de hoy?.
De
acuerdo con Marcelo Albornoz (2001), la globalización provocó el fin del Estado
Benefactor y su remplazo fue el Estado de Consumo a través de la
transnacionalización de la economía, lo que ha desencadenado toda una sociedad
líquida, pero para el autor ante esta situación de crisis existe una
oportunidad de mejora y es la educación, pues por este medio es posible
recuperar valores que permitan tener una sociedad luchadora de ideales,
emprendedora y cooperante, de tal forma que sea posible establecer una economía
social.
Por
otra parte se encuentran algunos autores con una visión mas amplia de la
problemática y para quienes la solución es mas compleja; Bauman por ejemplo, plantea
en la entrevista realizada por Héctor Pavón (2009), que el poder ha tomado un
carácter global pero la política ha conservado su sentido local, generando así
que la política institucional haya reducido su papel y los ciudadanos prefieran
una de “flotación libre”; por tanto lo que se pregunta el autor no es ¿qué se
debe hacer para lograr un cambio? Sino ¿quién se atreverá y podrá hacerlo?, si
se tiene en cuenta que el gran rival es el Poder (dinero).
Finalmente,
lo que se puede decir es que el hombre debe recuperar su identidad, sus ideales
y recobrar los valores como el compromiso y la confianza, tomando una postura
activa, que busque salir de una cultura liquida y de residuos, para lo cual es importante
tomar herramientas como la educación, lo que permitirá forjar un camino para valorar
lo que tiene sentido y construir nuevas realidades.
La
invitación es entonces para el lector, quien debe atreverse a ser ese ¿quién?
que Bauman se pregunta y el que sin miedo, incertidumbres debe derribar ese
sistema Capitalista Globalizado del que hoy somos esclavos.
Bibliografía.
ALBORNOZ, Marcelo (2001): Crisis
Económica y Educación. Documento disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2012/05/02/opinion/a08a1cul:
Consultado el 4 de Agosto de 2012.
ALDAZ, Leire y ALONSO Ixone
(2005): Estrategias ante la Globalización. Facultad de Ciencias Económicas y
Empresariales. Universidad del País Vasco.
BAUMAN, Zigmunt (2005): Vidas Desperdiciadas, Capitulo 4:
Cultura de Residuo. Ed. Paidós.
CARINA, Magdalena (2003): Capitalismo, Globalización y
Espacio Público.
DIAZ,
Marcela (2011): Globalización: Definición y Características.
PAVON,
Héctor (2009): Entrevista: Modernidad Líquida, cultura e incertidumbre en el
nuevo Capitalismo. Disponible en http://aquevedo.wordpress.com/2009/08/26/sygmunt-bauman-modernidad-liquida-cultura-e-incertidumbre-en-el-nuevo-capitalismo/:
Consultado el 6 de Agosto de 2012.
TORRES, Camilo
(2010): La Moda en La Postmodernidad. Documento disponible en: http://www.buenastareas.com/ensayos/La-Moda-En-La-Posmodernidad/328375.html:
Consultado el 5 de Agosto de 2012.